Me encanta ese niño

jueves, 18 de septiembre de 2008

He tardado unos cuantos años en darme cuenta y para ello he tenido que retroceder mucho tiempo, concretamente a los 9 años y debió suceder hacia 5º de E.G.B.
Recuerdo que entraba con mi abuelo a los quioscos ha comprar el periodico y un día me empecine en que quería un tebeo. Estaba la estantería llena de Pumby´s, Mortadelo, Don Miky (eran estos los que siempre me traían mis padres) y el increíble Spiderman. Yo pedí el Spiderman y mi abuelo me lo compró sin mirarlo. Mi abuelo me quería un montón.
Quiero recordar todavía ese número, en el que se enfrentaba al buitre y Spiderman estaba a punto de morir, como siempre. Me impresiono de tal manera que me pase todas las tardes desde entonces dibujando Spidermanes con mis bolis.
Lo lleve un día al colegio y lo saque en el recreo y me puse a leer. A ver si nos orientamos, en las pelis americanas siempre hay un niño leyendo pero son raros de ver en los recreos de los colegios publicos de la España de los 80. Así que sucedió lo inevitable.
No tardo en venir uno de esos, "capitanes de equipo" a incordiarme, tan solo incordiarme porque aunque les hubiera gustado joderme yo era mucho más grande que ellos (gracias genética), a comenzar a preguntar una y otra vez ¿qué leía? ¿qué hacía? ¿qué era eso? Coño, se lo tuve que aclarar (a día de hoy se distingue quién ha sido capitán de equipo del que no cuando les llega la declaración de la renta) es un comic, es de Spiderman y es de puta madre (si a esa edad ya decía tacos, os digo que soy de colegio publico) ¿Y tú eso te lo crees? contestaron los capitanes de equipo. Y allí me desarmaron. La reacción posterior fue reírse de mi.
Recuerdo que volví a casa y tire el comic. Merendé (dios como hecho de menos aquellas meriendas) y vi la tele. Mi abuelo me había traído otro más, debió ver lo mucho que me había gustado, ya os digo que me quería un montón.
Así que volví a cogerlo y llevarlo al cole. Y se volvieron a reír. Y me importo una mierda.
Han pasado veinte años desde aquel Spiderman y sigo leyendo comics y me hacen jodidamente feliz.
Pero sobre todo, en noches como hoy, me recuerdan a aquel niño que le importaba una mierda que se le rieran por leer en el patio de colegio y me recuerdan a esas subnormales "capitanes de equipo" y también me recuerdan mucho a mi abuelo del que aprendí que si eres feliz que se rían de ti lo que les pase por los cojones.

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