Viaje al fin de la noche: citas de Celine

domingo, 28 de septiembre de 2008

Citas de "viaje al fin de la noche" de Louis Ferdinand Celine:

"La gran fatiga de la existencia tal vez no sea, en una palabra, sino ese enorme esfuerzo que realizamos para seguir siendo veinte años, cuarenta, más aún, razonables, para no ser simple, profundamente nosotros mismos, es decir, inmundos, atroces, absurdos. La pesadilla de tener que presentar siempre como un ideal universal, superhombre de la mañana a la noche, el subhombre claudicamente que nos dieron".

"Mas vale no hacerse ilusiones, la gente nada tiene que decirse, sólo hablan de sus propias penas, está claro. Cada cual a lo suyo, la tierra para todos. Intentan deshacerse de su pena y pasársela al otro, en el momento del amor, pero no da resultado y, por mucho que hagan, la conservan entera, su pena, y vuelven a empezar, intentan otra vez endosársela a alguien. "Es usted muy guapa señorita", van y dicen. Y reanudan la vida, hasta la próxima vez, en que volverán a probar el mismo truquillo. "!Es usted guapisima, señorita!..."
Y después venga a jactarse, entretanto, de haberte librado de tu pena, pero todo el mundo sabe, verdad, que no es cierto y que te la has guardado pura y simplemente para ti solito. Como te vuelves cada vez más feo y repugnante con ese jugo, al envejecer, ya ni siquiera puedes disimularala, tu pena, tu fracaso, acabas con la cara cubierta de esa fea mueca que tarda veinte, treinta ños y más en subir, por fin del vientre al rostro. Para eso sirve, y para eso sólo, una mueca que tarda toda una vida en fabricarse y ni siquiera llega siempre a terminarla, de tan pesada y complicada que es, la mueca que habría de poner para expresar toda su alma de verdad sin perderse nada."

"Rejuvenecen, es verdad, más que nada, por dentro, a medida que avanzan, los pobres y, al acercarse su fin, con tal de que hayan intentado perder por el camino toda la mentira y el miedo y el innoble deseo de obedecer que les han infundido al nacer, son en una palabra, menos repulsivos que al comienzo. !El resto de lo que existe en la tierra no es para ellos! !No les incumbe! Su misión, la única, es la de vaciarse de su obediencia, vomitarla. Si lo consiguen del todo antes de cascarla, entonces pueden jactarse de que su vida no ha sido inútil".

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