Me cago en tus muertos...

viernes, 7 de noviembre de 2008

Hay veces que la jeta de algunos me quita el sueño.
Es lo que ocurrió hace un par de días cuando se me ocurrió abrir el periódico y leer unos comentarios de Díaz-Ferrán. Este prohombre de la patria, adalid, de la patronal, mente clarividente y jeta de mármol, no propone otra cosa que el gobierno permita a la empresa abaratar los despidos, pues según dice "el alto coste de un despido, es una penalización para crear nuevos puestos de trabajo".
Esto no hay quien se lo crea, por otro lado ya ha salido a la palestra los sindicatos a llamarlos saqueadores.
Y la verdad es que bien hecho, joder, parece ser que ya el Candido y el otro están comenzando a perder esta diplomacia que ha conseguido que nos traten por tontos.
A ver... estos señores se han hecho ricos durante siete años, y ahora que el barco se hunde, no son esos capitanes que vayan aguantar hasta el final, son esas ratas de alcantarilla que abandonan primero el barco, son el comandante vestido de mujer metiéndose en las barcas de los primeros naufragó, son los que cierran las compuertas para que se hunden los pobres que llevan la maquinaria.
No sé que concepto tienen de capitalismo, está claro que ese capitalismo basado en el buenismo de los años cincuenta americanos lo tienen metido en el culo. Son capitanes pirata, de los de buscate la vida. Piden dinero a los gobiernos para reflotar sus chanchullos (nuestro dinero) piden abaratar los despidos para echar a los trabajadores (nosotros) piden más flexibilidad laboral para ser competitivos (nuestro sacrificio) y jornada de 65 horas (nuestro tiempo). Bajan los beneficios, los salarios, nos suben los precios y nos echan a la mínima. ¿Ha habido patrón más terrible que este?
Ahora me dirijo a ti Díaz-Ferrán de las pelotas. ¿Cuanto vale tu coche? ¿El colegio de tu hija? ¿La criada de tu señora? ¿Tú casa? ¿Tus muebles? ¿Tu oficina? ¿Qué pasaría se mañana lo perdieras todo? ¿Como te atreves a pedir lo que no se puede pedir? ¿Donde está tu humanidad? ¿Tu talento? ¿Tu sentido común? No te considero humano.
Solo te deseo que tengas miedo, ese miedo que nosotros conocemos muy bien desde pequeño, miedo al hambre, miedo al frió, miedo a la soledad, miedo a la frustración y a la depresión del paro.
Solo te deseo desde aquí que a partir de ahora cuides tu lengua o tendrás que cuidar tu nuca.
Ladrón hijo de puta.

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